miércoles, 6 de agosto de 2014

PARA HACER UNA BUENA PELÍCULA DE SPIDER-MAN- por Christopher Nilton Arredondo




0.- Entre explicación, anécdota y promesa

Luego de ver The Amazing Spider-Man 2, pensé conveniente vaciar mis pensamientos sobre la película en una suerte de reseña; pero, entre las muchas cosas que me contuvieron, las reseñas de medios sobre cine y comics tomaron un papel protagónico: opiniones encontradas, señalamientos de lo buena o lo mala que es esta película, comparaciones con cintas de superhéroes anteriores, etc. Todo esto me motivó a evaluar los argumentos más frecuentes de las críticas a la cinta dirigida por Marc Webb, tanto las que quedaron satisfechas con ella como las que la desdeñaron.

Sumergido ya no en las ideas que me venían de la mentada segunda parte, sino de la recepción de los críticos, cinéfilos, aficionados del Hombre Araña y desinteresados espectadores, noté que a varios puntos sensibles les había echado una luz en un texto que, por desidia, no intenté publicar. El texto en cuestión (que es este mismo) lo escribí en tiempos en los que apareció la primera cinta del Araña dirigida por Webb. Aunque tiene un aspecto muy fragmentado y no ofrece gran profundidad sobre los temas que plantea, sí abarca varios asuntos a considerar sobre las cintas de Spider-Man.

Cuando el Sr. Karmix, tras ponerme en contacto con él a través del correo electrónico, me motivó a elaborar un texto en el que detallara los pormenores de The Amazing… 2, simplemente no pude hacerlo: ¿cómo hablar de la segunda parte de una película que, discretamente, presenta tantos de los problemas del cine Hollywoodense reciente? Me refiero a problemas de elaboración, de recepción, de elección de un público objetivo, de adaptación de otro medio, de reelaboración sobre el mismo medio, cuestiones sobre géneros narrativos canónicos y cinematográficos y un largo etcétera.

Considero, pues, que lo mejor será resucitar ese texto olvidado sobre la primera The Amazing…; decidí, salvo agregar algunas “actualizaciones”, no cambiar en nada su estructura fragmentada y, en cambio, ofrecer a partir de este ejercicio una imagen más abarcadora del cine de superhéroes. Total, a varias semanas de que The Amazing Spider-Man 2 salió ya de cartelera, tiene el mismo caso reseñar una película de este año o de hace dos.

Prometo encarecidamente ofrecer un trabajo lo más agudo posible sobre The Amazing… 2, pero no podría hacerlo tomando como base un texto fantasma, porque hablar de la segunda parte es remitirnos a la primera. Éste, prometo, es un paso atrás para dar dos adelante.
Christopher Nilton Arredondo


1.- Primero lo primero: Spider-Man es un personaje ya inventado; para hacer una buena película es necesario un trabajo de adaptación. El original es el Amazing Fantasy #15. La historia de ese ejemplar se centraba en el caso extraño del joven Peter Parker, notable estudiante de preparatoria, inadaptado social, huérfano (cosa que parece no tener peso en ese número, pues las figuras paternas del chico eran sus tíos ancianos, Ben y May Parker). Milagrosamente, Peter adquiría poderes fantásticos a través de la mordedura de una araña radioactiva. Los eventos posteriores a ese hecho asombroso mostraban una ironía vital y una velada predestinación, convirtiendo a Peter en víctima del poder del destino y en personaje principal de una tragedia; Peter Parker es un héroe trágico.

Luego de ese histórico ejemplar, hay varias reelaboraciones dentro de la misma Marvel Comics. Pero es el caso del universo alterno de la casa editorial, Ultimate, el que ha reinventado significativamente la clásica historia. Destaca en esta nueva versión que  la araña que pica a Peter ya no es radioactiva, sino genéticamente alterada; además, la historia de Ultimate Spider-Man explora más cuadros íntimos de la vida del joven: agrega escenas de desacuerdos entre el explosivo adolescente y su tío Ben, consiguiendo mayor intensidad a la culpa con la que carga el superhéroe.

Aunque la reelaboración de USM cumple con el fin de “actualizar” la histora de 1962 y hacerla más creíble para el lector de los 90, los elementos básicos de la historia sesentera siguen presentes. Estos elementos tendrían que estar en cualquier adaptación que partiera del AF#15 y están más o menos presentes en las dos adaptaciones cinematográficas, Spider-Man (2002), dirigida por Sam Raimi, y The Amazing Spider-Man (2012), dirigida por Marc Webb:
- Acoso a Peter Parker por parte de abusivos, bullying.
- Poco éxito en el tema amoroso (constante preocupación en la vida de Peter Parker).
- Lazos familiares fuertes con sus tíos.
- Preocupación por el dinero.
- Afición por las ciencias (Peter es un brillante estudiante de ciencias exactas).
- Mordedura de la araña (este hecho, en el AF#15, se establece como irrepetible y fortuito, además de completamente discreto, cosa que contribuye a la verosimilitud de la historia).
- Vinculación de Spider-Man con la lucha libre y el espectáculo.
- Diseño de atavíos (un primer disfraz improvisado, el disfraz definitivo, los disparadores y los cartuchos de telaraña).
- Cambio de actitud tras la adquisición de poderes (ya sea en diálogo, en monólogo o con acciones, Peter expone sus deseos revanchistas).
- Primer encuentro con el ladrón que asesinó al tío Ben y contribución indirecta a su muerte.
- Cacería del ladrón (segundo encuentro) y epifanía.

2.- Un problema severo con la adaptación de Spider-Man: Peter Parker no parece haber sido pensado para ser un superhéroe. Amazing Fantasy llegó a su fin en ese número 15, las historias publicadas ahí son autoconclusivas. Pero Peter conmovió a los lectores, según la versión oficial, y las presiones de aficionados hicieron surgir en 1963 el Amazing Spider-Man #1. Esta historia, simplemente asombrosa, no tiene la fama que debería tener entre el grueso del público.


El ASM#1 no presenta al superhéroe noble que conocemos, sino que sigue el desarrollo irónico con el que concluyó el AF#15: ahora, sin el tío Ben como primer sustento de la casa, Peter tiene que buscar la forma de ganar dinero mientras sigue estudiando. Su incursión en el combate al crimen le impide volver al espectáculo. Intenta ganar dinero en las filas de los Fantastic Four y se lleva una decepción. Queda en la mira de J. J. Jameson, editor del Daily Bugle, quien usa todo su poder mediático para condenar a este improvisado vigilante. Por último, el criminal soviético Chameleon trata de sacar provecho de la mala reputación del arácnido y lo involucra en un crimen aunque, al final, se resuelve el caso a favor de Spider-Man.

Esta etapa de cambio entre el revanchista y el héroe, quizá de las más innovadoras de los comics norteamericanos de la época, es muy poco explotada en las adaptaciones a otros medios. Ni el AF#15, ni el ASM#1 presenta a un superhéroe en sentido tradicional de las historietas; el Spider-Man superhéroe se irá formando en los siguentes números. Sin embargo, para el público que ve las series animadas y las películas, el salto del final trágico del AF#15 al héroe de incansables aventuras es inmediato. Las series animadas hacen este salto de manera eficiente: ninguna serie comienza con el origen porque, para los chicos, las razones sobran cuando se trata de golpear a los malos. Las películas, por otro lado, deben gustarle a un público más amplio y más quisquilloso con las relaciones causales en las narraciones.

3.- Spider-Man es un personaje dividido. Metafóricamente, tenemos dos vertientes generales en las que se mueven las historias del Hombre Araña; una de ellas es la de Stan Lee, a quien se le atribuye el uso de las coincidencias como manifestación más poderosa del destino y la exploración de un humor cómico. La otra vertiente es la de Steve Ditko, quien explota el carácter de héroe marginal y sombrío que tiene el personaje. Las historias de Spider-Man van de un extremo a otro: de la comicidad a la melancolía, de la acción de superhéroe a la calma de la vida privada, de la jovialidad a la reflexión madura. Esa ambivalencia de Spider-Man también es un elemento que debe tomarse en cuenta en la adaptación.

Las series animadas tienden a la vertiente Lee: gustan de los argumentos en que la vida privada de Peter se mezcla con las hazañas de Spider-Man, además de presentar, en varias ocasiones, situaciones cómicas.
La película de Raimi ocupa a la perfección los elementos del comic a la usanza de las caricaturas: el humor en Raimi es constante; el salto, desde la epifanía frente al asesino del tío Ben hasta la aparición pública del superhéroe, es casi inmediato; los roces entre la vida de Spider-Man y la de Peter Parker son la base del texto, etc.

La vertiente Ditko, mucho menos explorada incluso en las historietas, sería más atractiva entre especializados, pero rompería las expectativas del gran público.

Marc Webb y su The Amazing Spider-Man pretendían, desde su estética, acercarse a la vertiente Ditko: Andrew Garfield, actor que personifica a Peter Parker/Spider-Man, tiene un aspecto desgarbado en esta cinta; el comienzo de la historia establece un misterio turbio sobre la desaparición de los padres de Peter Parker; tras la tragedia del tío Ben, la sombra del rencor cubre la relación entre Peter y su tía y se distancian por los secretos; incluso, en un momento de la historia, Peter se vuelve un vengador serial y realiza una cruzada en busca del asesino de su tío.

El paso del revanchista al superhéroe, en The Amazing… es más lento y menos preciso. La graciosa huída de Spider-Man entre los policías que lo persiguen, luego de intervenir en el arresto de un ladrón de autos, evoca la confusión que atravieza el protagonista del ASM#1.

4.- ¿Qué pasa con las versiones cinematográficas? Revisemos cada caso, con una lista de pros y contras. Spider-Man (2002), primera adapación que logra ver la luz y que significó un gran éxito de taquillas, condensa muy bien los elementos del AF#15. Incluso la iconografía, pieza importante de las adaptaciones de comics al cine, está presente: la batalla en el puente, Spider-Man amarrado y colgando del deslizador de Green Goblin, Norman Osborn/Willem Dafoe muerto por su propio deslizador.


Por ese lado, la cinta que Raimi dirige es casi perfecta; pero hay detalles que le restan mérito. Primer punto en contra, el origen inverosímil: hay más de una araña, ¿puede haber más de un Spider-Man? Recordemos que el AF#15 ofrece un origen verosímil por ser único, prácticamente irrepetible; el origen fortuito del fenómeno lo hace aceptable dentro de una historia tendiente a lo extraño según Todorov, con elementos sobrenaturales explicados a través de leyes “naturales”(1).

Otro aspecto que demerita la obra, aunque halla una justificación en el marco contextual de la película (su cercanía con el 11 de septiembre del 2001), es la exaltación de la solidaridad neoyorkina, que alcanza la categoría de melodramática. También la parte científica, rasgo definitivo de la personalidad del protagonista, queda a deber: la mente ingeniosa de Peter/Tobey Maguire, fuera de recitar datos, jamás se ve puesta a prueba en la cinta.

Una mancha más, quizá de las que más le pesan a Spider-Man sea la caricaturización del tema amoroso: la relación Peter/Mary Jane es bastante plana en la medida en que todas sus interacciones tienden a lo fatal (frases de profunda seriedad y grandilocuencia). Se agradece, empero, que en la conversación en el hospital, el guión se burle de su propia grandilocuencia: “¿Eso le dijiste?” pregunta MJ luego de que Peter le narrara cómo Spider-Man le pidió su opinión acerca de la joven; “Algo así”, responde Peter con un mal disfraz de indiferencia.

The Amazing Spider-Man tenía un reto muy grande: superar el éxito de Raimi. El primer error importante que corrige la cinta de Webb es darle a las escenas románticas un realismo conversacional estupendo, mucho más natural que en la cinta de Raimi, con discursos menos ensayados. Otra ventaja del guión de The Amazing… es la participación del personaje de tío Ben. Martin Sheen le otorga una densidad mayor, con la que se consigue enfatizar la pérdida de Peter.
Por último, Peter/Andrew Garfield es un ser más realista. El guión resalta la faceta científica del personaje y su fisonomía es más cercana a la que debería tener el Spider-Man de los comics, particularmente el del AF#15.

Pero The Amazing… se mete en terreno pantanoso al no considerar el paratexto, aquello que rodea a la obra. La película cuenta la historia que ha aparecido en un mar de comics, series animadas y una película exitosa anterior. Se arriesga a comenzar incluso antes del “comienzo”; insiste en el misterio de la desaparición de los padres de Peter, pero este hilo argumental queda inconcluso, pasa por encima del argumento principal (la vida de Peter Parker) y se vuelve una sombra que obstruye la luz durante una lectura; es un terrible distractor. 

Por si fuera poco, llegada la mitad de la historia, el argumento se concentra en la cacería del asesino de Tío Ben, hilo narrativo que se desvanece tras la cena de Peter con la familia Stacy. The Amazing… queda, pues, dividida en tres partes (misterio de los padres de Peter, cacería del ladrón y enfrentamiento con Lizard), de las cuales sólo la última llegará a concluir, tratando de convencer al espectador de que la cinta cuenta con una cohesión entre sus partes que, realmente, no existe.

The Amazing... agrega algunos detalles innecesarios para la historia, como las escenas de Peter dando piruetas en su patineta. Pasan demasiadas cosas antes de ver a Spider-Man en forma que le restan dinamismo a la acción. Posiblemente, hubiera sido mejor no contar el origen del personaje, sino darlo por hecho y referirse a él por otros medios como el flashback.

The Amazing... también repite algunos errores de su predecesora: hay más de una araña, ergo, puede haber más de un Spider-Man(2). Este error incluye la inflitración inverosímil del estudiante en Oscorp. Webb coincide con Raimi en el melodrama patrio; a más de diez años del atentado al WTC, ¿es necesario que Spider-Man reciba la ayuda de la ciudad de Nueva York para ganarle al malo?

Por último, hay traiciones considerables al texto original: en esta versión, Spider-Man inventa el disparador de telaraña, pero no el fluido ni los cartuchos. La culpa por la muerte de tío Ben ha sido remplazada por la venganza, que da lugar a una cacería del asesino. La identidad secreta de Peter no es ya un secreto para tía May, con quien tiene una ruptura luego de la muerte de Ben, cosa que no pasa en ningua otra versión de la historia. Ninguna de estas traiciones parece aportar nada a la idea general de The Amazing…, como para considerarlas necesarias y, en cambio, algunas (como la venganza contra el asesino del tío Ben) le restan algo de la escencia original del personaje. 

5.- La experiencia The Amazing... aporta cuestiones dignas de revisión en lo que se refiera a la elaboración de cualquier película que busque un éxito de taquilla: establece un precedente de adaptación de otro medio y de reelaboración de un título anterior, más fresco y accesible que otros casos similares como Cape Fear o Planet of Apes; resalta la importancia de las relaciones paratextuales que cubren a un texto fílmico y que obligan al creador a considerar la visión de más de un público objetivo, etc. Podemos concluir que, para hacer una buena película de Spider-Man, un director deberá considerar algunos de los problemas expuestos aquí (tomar como punto de partida para su narración AF#15, usar o no elementos del ASM#1, tomar la postura Lee o la postura Ditko, etc.) y darles solución de manera creativa y coherente, sin dejar de pensar en el público.



1.- Todorov, Tzvetan. Introducción a la literatura fantástica. México, D. F., Ediciones Coyoacán, 2005.
2.- Este error se “resuelve” en The Amazing Spider-Man 2, con un aspecto similar al de un documento oficial con enmendaduras: sólo la sangre Parker reacciona ante el veneno de las super-arañas.

Christopher Nilton Arredondo (Ciudad de México, 1985) es Licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas por la FES Acatlán (UNAM). Ha publicado en medios electrónicos e impresos. Además de dedicarse a las letras, es músico aficionado.

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