0.-
Entre explicación, anécdota y promesa
Luego
de ver The Amazing Spider-Man 2,
pensé conveniente vaciar mis pensamientos sobre la película en una suerte de
reseña; pero, entre las muchas cosas que me contuvieron, las reseñas de medios
sobre cine y comics tomaron un papel protagónico: opiniones encontradas,
señalamientos de lo buena o lo mala que es esta película, comparaciones con
cintas de superhéroes anteriores, etc. Todo esto me motivó a evaluar los argumentos
más frecuentes de las críticas a la cinta dirigida por Marc Webb, tanto las que
quedaron satisfechas con ella como las que la desdeñaron.
Sumergido ya no en las ideas que me venían de la mentada
segunda parte, sino de la recepción de los críticos, cinéfilos, aficionados del
Hombre Araña y desinteresados espectadores, noté que a varios puntos sensibles
les había echado una luz en un texto que, por desidia, no intenté publicar. El
texto en cuestión (que es este mismo) lo escribí en tiempos en los que apareció
la primera cinta del Araña dirigida por Webb. Aunque tiene un aspecto muy
fragmentado y no ofrece gran profundidad sobre los temas que plantea, sí abarca
varios asuntos a considerar sobre las cintas de Spider-Man.
Cuando el Sr. Karmix, tras ponerme en contacto con él a
través del correo electrónico, me motivó a elaborar un texto en el que
detallara los pormenores de The Amazing…
2, simplemente no pude hacerlo: ¿cómo hablar de la segunda parte de una
película que, discretamente, presenta tantos de los problemas del cine
Hollywoodense reciente? Me refiero a problemas de elaboración, de recepción, de
elección de un público objetivo, de adaptación de otro medio, de reelaboración
sobre el mismo medio, cuestiones sobre géneros narrativos canónicos y cinematográficos
y un largo etcétera.
Considero, pues, que lo mejor será resucitar ese texto
olvidado sobre la primera The Amazing…;
decidí, salvo agregar algunas “actualizaciones”, no cambiar en nada su
estructura fragmentada y, en cambio, ofrecer a partir de este ejercicio una
imagen más abarcadora del cine de superhéroes. Total, a varias semanas de que The Amazing Spider-Man 2 salió ya de
cartelera, tiene el mismo caso reseñar una película de este año o de hace dos.
Prometo encarecidamente ofrecer un trabajo lo más agudo
posible sobre The Amazing… 2, pero no
podría hacerlo tomando como base un texto fantasma, porque hablar de la segunda
parte es remitirnos a la primera. Éste, prometo, es un paso atrás para dar dos
adelante.
Christopher Nilton Arredondo
1.-
Primero lo primero: Spider-Man es un personaje ya inventado; para hacer una
buena película es necesario un trabajo de adaptación. El original es el Amazing Fantasy #15. La historia de ese
ejemplar se centraba en el caso extraño del joven Peter Parker, notable estudiante
de preparatoria, inadaptado social, huérfano (cosa que parece no tener peso en
ese número, pues las figuras paternas del chico eran sus tíos ancianos, Ben y
May Parker). Milagrosamente, Peter adquiría poderes fantásticos a través de la
mordedura de una araña radioactiva. Los eventos posteriores a ese hecho
asombroso mostraban una ironía vital y una velada predestinación, convirtiendo
a Peter en víctima del poder del destino y en personaje principal de una
tragedia; Peter Parker es un héroe trágico.
Luego de ese histórico ejemplar, hay varias reelaboraciones
dentro de la misma Marvel Comics. Pero es el caso del universo alterno de la
casa editorial, Ultimate, el que ha
reinventado significativamente la clásica historia. Destaca en esta nueva
versión que la araña que pica a Peter ya
no es radioactiva, sino genéticamente alterada; además, la historia de Ultimate Spider-Man explora más cuadros
íntimos de la vida del joven: agrega escenas de desacuerdos entre el explosivo
adolescente y su tío Ben, consiguiendo mayor intensidad a la culpa con la que
carga el superhéroe.
Aunque la reelaboración de USM cumple con el fin de “actualizar” la histora de 1962 y hacerla
más creíble para el lector de los 90, los elementos básicos de la historia
sesentera siguen presentes. Estos elementos tendrían que estar en cualquier
adaptación que partiera del AF#15 y
están más o menos presentes en las dos adaptaciones cinematográficas, Spider-Man (2002), dirigida por Sam
Raimi, y The Amazing Spider-Man (2012),
dirigida por Marc Webb:
- Acoso a Peter Parker por parte de abusivos, bullying.
- Poco éxito en el tema amoroso (constante preocupación en
la vida de Peter Parker).
- Lazos familiares fuertes con sus tíos.
- Preocupación por el dinero.
- Afición por las ciencias (Peter es un brillante
estudiante de ciencias exactas).
- Mordedura de la araña (este hecho, en el AF#15, se establece como irrepetible y
fortuito, además de completamente discreto, cosa que contribuye a la
verosimilitud de la historia).
- Vinculación de Spider-Man con la lucha libre y el
espectáculo.
- Diseño de atavíos (un primer disfraz improvisado, el
disfraz definitivo, los disparadores y los cartuchos de telaraña).
- Cambio de actitud tras la adquisición de poderes (ya sea
en diálogo, en monólogo o con acciones, Peter expone sus deseos revanchistas).
- Primer encuentro con el ladrón que asesinó al tío Ben y
contribución indirecta a su muerte.
- Cacería del ladrón (segundo encuentro) y epifanía.
2.-
Un problema severo con la adaptación de Spider-Man: Peter Parker no parece
haber sido pensado para ser un superhéroe. Amazing
Fantasy llegó a su fin en ese número 15, las historias publicadas ahí son
autoconclusivas. Pero Peter conmovió a los lectores, según la versión oficial,
y las presiones de aficionados hicieron surgir en 1963 el Amazing Spider-Man #1. Esta historia, simplemente asombrosa, no
tiene la fama que debería tener entre el grueso del público.
El ASM#1 no
presenta al superhéroe noble que conocemos, sino que sigue el desarrollo
irónico con el que concluyó el AF#15:
ahora, sin el tío Ben como primer sustento de la casa, Peter tiene que buscar
la forma de ganar dinero mientras sigue estudiando. Su incursión en el combate
al crimen le impide volver al espectáculo. Intenta ganar dinero en las filas de
los Fantastic Four y se lleva una decepción. Queda en la mira de J. J. Jameson,
editor del Daily Bugle, quien usa todo su poder mediático para condenar a este
improvisado vigilante. Por último, el criminal soviético Chameleon trata de
sacar provecho de la mala reputación del arácnido y lo involucra en un crimen
aunque, al final, se resuelve el caso a favor de Spider-Man.
Esta etapa de cambio entre el revanchista y el héroe, quizá
de las más innovadoras de los comics norteamericanos de la época, es muy poco
explotada en las adaptaciones a otros medios. Ni el AF#15, ni el ASM#1
presenta a un superhéroe en sentido tradicional de las historietas; el
Spider-Man superhéroe se irá formando en los siguentes números. Sin embargo,
para el público que ve las series animadas y las películas, el salto del final
trágico del AF#15 al héroe de
incansables aventuras es inmediato. Las series animadas hacen este salto de
manera eficiente: ninguna serie comienza con el origen porque, para los chicos,
las razones sobran cuando se trata de golpear a los malos. Las películas, por
otro lado, deben gustarle a un público más amplio y más quisquilloso con las
relaciones causales en las narraciones.
3.-
Spider-Man es un personaje dividido. Metafóricamente, tenemos dos vertientes
generales en las que se mueven las historias del Hombre Araña; una de ellas es
la de Stan Lee, a quien se le atribuye el uso de las coincidencias como
manifestación más poderosa del destino y la exploración de un humor cómico. La
otra vertiente es la de Steve Ditko, quien explota el carácter de héroe
marginal y sombrío que tiene el personaje. Las historias de Spider-Man van de
un extremo a otro: de la comicidad a la melancolía, de la acción de superhéroe
a la calma de la vida privada, de la jovialidad a la reflexión madura. Esa
ambivalencia de Spider-Man también es un elemento que debe tomarse en cuenta en
la adaptación.
Las series animadas tienden a la vertiente Lee: gustan de
los argumentos en que la vida privada de Peter se mezcla con las hazañas de
Spider-Man, además de presentar, en varias ocasiones, situaciones cómicas.
La película de Raimi ocupa a la perfección los elementos
del comic a la usanza de las caricaturas: el humor en Raimi es constante; el
salto, desde la epifanía frente al asesino del tío Ben hasta la aparición
pública del superhéroe, es casi inmediato; los roces entre la vida de
Spider-Man y la de Peter Parker son la base del texto, etc.
La vertiente Ditko, mucho menos explorada incluso en las
historietas, sería más atractiva entre especializados, pero rompería las
expectativas del gran público.
Marc Webb y su The
Amazing Spider-Man pretendían, desde su estética, acercarse a la vertiente
Ditko: Andrew Garfield, actor que personifica a Peter Parker/Spider-Man, tiene
un aspecto desgarbado en esta cinta; el comienzo de la historia establece un
misterio turbio sobre la desaparición de los padres de Peter Parker; tras la
tragedia del tío Ben, la sombra del rencor cubre la relación entre Peter y su
tía y se distancian por los secretos; incluso, en un momento de la historia,
Peter se vuelve un vengador serial y realiza una cruzada en busca del asesino
de su tío.
El paso del revanchista al superhéroe, en The Amazing… es más lento y menos
preciso. La graciosa huída de Spider-Man entre los policías que lo persiguen, luego
de intervenir en el arresto de un ladrón de autos, evoca la confusión que
atravieza el protagonista del ASM#1.
4.-
¿Qué pasa con las versiones cinematográficas? Revisemos cada caso, con una
lista de pros y contras. Spider-Man
(2002), primera adapación que logra ver la luz y que significó un gran éxito de
taquillas, condensa muy bien los elementos del AF#15. Incluso la iconografía, pieza importante de las adaptaciones
de comics al cine, está presente: la batalla en el puente, Spider-Man amarrado
y colgando del deslizador de Green Goblin, Norman Osborn/Willem Dafoe muerto
por su propio deslizador.
Por ese lado, la cinta que Raimi dirige es casi perfecta; pero
hay detalles que le restan mérito. Primer punto en contra, el origen
inverosímil: hay más de una araña, ¿puede haber más de un Spider-Man?
Recordemos que el AF#15 ofrece un
origen verosímil por ser único, prácticamente irrepetible; el origen fortuito
del fenómeno lo hace aceptable dentro de una historia tendiente a lo extraño
según Todorov, con elementos sobrenaturales explicados a través de leyes “naturales”(1).
Otro aspecto que demerita la obra, aunque halla una
justificación en el marco contextual de la película (su cercanía con el 11 de
septiembre del 2001), es la exaltación de la solidaridad neoyorkina, que
alcanza la categoría de melodramática. También la parte científica, rasgo
definitivo de la personalidad del protagonista, queda a deber: la mente
ingeniosa de Peter/Tobey Maguire, fuera de recitar datos, jamás se ve puesta a
prueba en la cinta.
Una mancha más, quizá de las que más le pesan a Spider-Man sea la caricaturización del tema
amoroso: la relación Peter/Mary Jane es bastante plana en la medida en que
todas sus interacciones tienden a lo fatal (frases de profunda seriedad y
grandilocuencia). Se agradece, empero, que en la conversación en el hospital,
el guión se burle de su propia grandilocuencia: “¿Eso le dijiste?” pregunta MJ
luego de que Peter le narrara cómo Spider-Man le pidió su opinión acerca de la
joven; “Algo así”, responde Peter con un mal disfraz de indiferencia.
The Amazing
Spider-Man tenía un reto muy grande: superar el éxito
de Raimi. El primer error importante que corrige la cinta de Webb es darle a las
escenas románticas un realismo conversacional estupendo, mucho más natural que
en la cinta de Raimi, con discursos menos ensayados. Otra ventaja del guión de The Amazing… es la participación del
personaje de tío Ben. Martin Sheen le otorga una densidad mayor, con la que se
consigue enfatizar la pérdida de Peter.
Por último, Peter/Andrew Garfield es un ser más realista.
El guión resalta la faceta científica del personaje y su fisonomía es más
cercana a la que debería tener el Spider-Man de los comics, particularmente el
del AF#15.
Pero The Amazing…
se mete en terreno pantanoso al no considerar el paratexto, aquello que rodea a
la obra. La película cuenta la historia que ha aparecido en un mar de comics, series
animadas y una película exitosa anterior. Se arriesga a comenzar incluso antes
del “comienzo”; insiste en el misterio de la desaparición de los padres de
Peter, pero este hilo argumental queda inconcluso, pasa por encima del
argumento principal (la vida de Peter Parker) y se vuelve una sombra que
obstruye la luz durante una lectura; es un terrible distractor.
Por si fuera poco, llegada la mitad de la historia, el
argumento se concentra en la cacería del asesino de Tío Ben, hilo narrativo que
se desvanece tras la cena de Peter con la familia Stacy. The Amazing… queda, pues, dividida en tres partes (misterio de los
padres de Peter, cacería del ladrón y enfrentamiento con Lizard), de las cuales
sólo la última llegará a concluir, tratando de convencer al espectador de que
la cinta cuenta con una cohesión entre sus partes que, realmente, no existe.
The Amazing... agrega algunos detalles innecesarios para la historia, como las
escenas de Peter dando piruetas en su patineta. Pasan demasiadas cosas antes de
ver a Spider-Man en forma que le restan dinamismo a la acción. Posiblemente,
hubiera sido mejor no contar el origen del personaje, sino darlo por hecho y referirse
a él por otros medios como el flashback.
The Amazing... también repite algunos errores de su predecesora: hay más de una
araña, ergo, puede haber más de un Spider-Man(2). Este error incluye la
inflitración inverosímil del estudiante en Oscorp. Webb coincide con Raimi en
el melodrama patrio; a más de diez años del atentado al WTC, ¿es necesario que
Spider-Man reciba la ayuda de la ciudad de Nueva York para ganarle al malo?
Por último, hay traiciones considerables al texto original:
en esta versión, Spider-Man inventa el disparador de telaraña, pero no el
fluido ni los cartuchos. La culpa por la muerte de tío Ben ha sido remplazada
por la venganza, que da lugar a una cacería del asesino. La identidad secreta
de Peter no es ya un secreto para tía May, con quien tiene una ruptura luego de
la muerte de Ben, cosa que no pasa en ningua otra versión de la historia.
Ninguna de estas traiciones parece aportar nada a la idea general de The Amazing…, como para considerarlas
necesarias y, en cambio, algunas (como la venganza contra el asesino del tío
Ben) le restan algo de la escencia original del personaje.
5.-
La experiencia The Amazing... aporta
cuestiones dignas de revisión en lo que se refiera a la elaboración de
cualquier película que busque un éxito de taquilla: establece un precedente de
adaptación de otro medio y de reelaboración de un título anterior, más fresco y
accesible que otros casos similares como Cape
Fear o Planet of Apes; resalta la
importancia de las relaciones paratextuales que cubren a un texto fílmico y que
obligan al creador a considerar la visión de más de un público objetivo, etc.
Podemos concluir que, para hacer una buena película de Spider-Man, un director
deberá considerar algunos de los problemas expuestos aquí (tomar como punto de
partida para su narración AF#15, usar
o no elementos del ASM#1, tomar la
postura Lee o la postura Ditko, etc.) y darles solución de manera creativa y
coherente, sin dejar de pensar en el público.
1.-
Todorov, Tzvetan. Introducción a la
literatura fantástica. México, D. F., Ediciones Coyoacán, 2005.
2.-
Este error se “resuelve” en The Amazing
Spider-Man 2, con un aspecto similar al de un documento oficial con
enmendaduras: sólo la sangre Parker reacciona ante el veneno de las super-arañas.
Christopher Nilton Arredondo (Ciudad de México, 1985) es Licenciado en Lengua y
Literaturas Hispánicas por la FES Acatlán (UNAM). Ha publicado en medios
electrónicos e impresos. Además de dedicarse a las letras, es músico
aficionado.